Actualmente, y haciendo énfasis en la pandemia mundial del COVID-19, el mundo ha dado un paso gigante hacia la digitalización. Cuando el mundo se paralizó, la solución en muchos sectores y situaciones fue utilizar la digitalización cómo bypass para intentar buscar una solución: el teletrabajo, las visitas a distancia, la compra a través de internet, son sólo uno de los mil ejemplos que podríamos nombrar.
Hospitales, CROs e industria farmacéutica han avanzado juntos también en la digitalización a distintos niveles de los ensayos clínicos para poder seguir avanzando durante la pandemia, manteniendo siempre, la seguridad de los pacientes.
En primer lugar, la irrupción de la pandemia del coronavirus ha acelerado la posibilidad de crear circuitos como la monitorización en remoto de los ensayos, ya sea telefónico o mediante plataformas de meetings, o el garantizar acceso remoto de los monitores a la historia clínica de los pacientes del ensayo. Queda aún mucho para que esto se pueda aplicar en la práctica habitual, pero los avances han marcado un antes y después.
En segundo lugar, la imposibilidad de desplazarse a los centros hospitalarios durante las semanas más críticas de la actual pandemia hizo que los ensayos clínicos basados en medicamentos orales que se estaban desarrollando en los hospitales españoles en esos momentos, tuvieran que adaptarse de alguna forma. Un ejemplo está en que se facilitó el envío de la medicación de ensayo al domicilio de los participantes. Esa circunstancia propició que se adoptaran algunas medidas de digitalización en este campo, que en muchos casos pueden mejorar la eficiencia y reducir inconvenientes a los pacientes, entraron en juego aplicaciones de mensajería e incluso de reparto vía drones en zonas aisladas y remotas.
Así mismo, en estos meses se han activado nuevos procesos como la firma electrónica de la documentación para la puesta en marcha de los ensayos. Esto ha permitido recoger documentación en tiempo real remotamente y así acelerar mucho el tema burocrático que hay detrás de los ensayos. En un futuro próximo incluso, se está empezando a plantear ya la posibilidad de firmar electrónicamente también el consentimiento informado: el famoso eConsent.
Estas son sólo algunas de las áreas en que se está innovando y aunque queda mucho pues para llegar a una digitalización total que permita y garantice el cumplimiento de todo un ensayo clínico en todos los aspectos, el paso hacia ella debido a la pandemia ha sido gigante y esperemos que sirva para seguir avanzando y así proporcionar herramientas, métodos de trabajo y servicios para los pacientes y los profesionales para optimizar su día a día.
Marina
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